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Decisiones Intertemporales y Neuroeconomía


El análisis económico define a las decisiones intertemporales como aquellas con consecuencias en múltiples periodos de tiempo, incluyendo una amplia gama, de distinto grado de complejidad y frecuencia, como ser inversiones en activos reales y financieros, el ahorro para el retiro, las compras con tarjetas de crédito, las compras de mercadería para el hogar por anticipado, etc.  

La teoría tradicional

Para estudiar y modelar las decisiones intertemporales, la economía tradicional generalmente ha usado como marco teórico a la teoría de utilidad descontada, basada en la idea de que los agentes económicos prefieren más una recompensa similar si se la obtiene en el presente que en el futuro;  y de manera similar, los costos a futuro serían menos dolorosos que los costos a afrontar hoy.

Para formular estas teorías se han usado modelos generalmente basados en suponer que la utilidad total de una serie de recompensas y/o costos a lo largo del tiempo puede ser descompuesta en una suma (o integral) ponderada de flujos de utilidades en cada periodo de tiempo.

Un caso particular es la función de descuento exponencial, que posee como principal característica que la tasa de descuento es independiente del paso del tiempo, y en consecuencia, la evaluación de un curso de acción hacia el futuro (proyecto) es independiente del momento en el cual se analiza el proyecto. A esta propiedad de las decisiones se la denomina consistencia dinámica.

Sin embargo, el problema con este modelo exponencial es que no puede explicar varias regularidades empíricas, es decir, sería incompatible con la realidad en determinados casos. De hecho, varios estudios de campo demuestran que las funciones de descuento declinan a un ritmo mayor en el corto que en el largo plazo, es decir, que las personas son más impacientes cuando realizan intercambios de corto plazo (hoy vs mañana), que cuando hacen intercambios en el largo plazo (día 100 vs día 101).

Para ejemplificar, la evidencia empírica sugiere que si a una persona le dan a elegir $100 ahora o $110 mañana, generalmente prefiere $100 ahora, mientras que si a la misma persona le dan por elegir $100 en dos años o $110 en dos años y un día, podría llegar a preferir $110 en dos años y un día sin ningún problema. Pareciera entonces que las tasas de descuento tienden a ser mayores en el corto plazo que en el largo plazo.

Enfoques alternativos

En la actualidad, algunos economistas familiarizados con lo neuro han estudiado alternativas a las funciones exponenciales de descuento. La función hiperbólica generalizada posee la propiedad de declinar a una tasa mayor en el corto plazo que en el largo plazo, ajustando los casos de decisiones inconsistentes. Ainslie, Loewenstein y Prelec han utilizado este tipo de funciones en sus estudios. 

Otra función de descuento muy estudiada también es la función de descuento cuasi hiperbólica, que también capta la propiedad de que la tasa de descuento de corto plazo es alta y la de largo plazo baja. La ecuación cuasi hiperbólica generalmente es referida como la función sesgada al presente y fue primero propuesta para modelar el planeamiento de la transferencia de riqueza entre generaciones, y luego aplicado a una escala individual por David Laibson  en el modelo de los huevos de oro para estudiar decisiones financieras intrapersonales.


Estos modelos captarían mejor la inconsistencia dinámica de las preferencias, es decir, la idea que el pasaje del tiempo hace cambiar las preferencias de los agentes y, en consecuencia, proyectos que pueden ser buenos evaluados en un momento pueden ser malos si se evalúan desde la perspectiva de otro momento. 

DAVID LAIBSON
También los modelos de inconsistencia dinámica han sido usados para estudiar problemas de autocontrol: gastos con tarjeta de créditos, adicciones a las drogas, etc.

Fundamentos Neuro 

Como se señaló anteriormente, la función cuasi hiperbólica de descuento del tiempo provee un buen ajuste a datos experimentales de comportamiento, sin embargo pocas investigaciones han enfocado su análisis en identificar las causas de esta tensión entre preferencias de corto plazo y de largo plazo. Surgen entonces las siguientes preguntas:

  • ¿cuál es el mecanismo detrás de estas decisiones intertemporales?
  • ¿surgen de un mecanismo de preferencia único o de sistemas múltiples que interactúan?
Buscando responder dichas preguntas, Samuel Mc Lure, David Laibson, George Loewenstein y Jonathan Cohen, usando imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI), examinaron el correlato neural del descuento de tiempo mientras los sujetos realizaban elecciones entre opciones de recompensas monetarias que variaban en el tiempo de recepción. 

El experimento consistió en dar a elegir a los participantes entre una suma en el corto plazo y otra en el largo plazo, siendo menor la primera suma que la segunda. Ambas opciones estaban separadas por un rezago temporal mínimo de dos semanas, y en algunos pares de opciones, la opción más temprana estaba disponible inmediatamente.

La hipótesis era que el patrón de comportamiento de los dos parámetros (β y δ) surge de la influencia conjunta de procesos neurales distintos. El β relacionado con el sistema límbico y el δ relacionado con la corteza prefrontal lateral y demás estructuras asociadas a funciones cognitivas superiores (las más racionales).

¿Qué resultados obtuvieron los investigadores? Básicamente, que habrían dos sistemas involucrados en tales decisiones intertemporales:

  • partes del sistema límbico (zona emocional del cerebro) asociadas con el sistema de dopamina del cerebro central, incluyendo el cortex paralímbico, que se activarían ante decisiones que involucran recompensas disponibles inmediatamente;
  • regiones del cortex prefrontal lateral y del cortex parietal posterior (zonas eminentemente racionales del cerebro), uniformemente involucradas en decisiones intertemporales independientemente del retraso en el tiempo.

Este hallazgo neuroeconómico se condice con la evidencia de que los consumidores actúan impacientes hoy pero prefieren actuar pacientes en el futuro, apoyando además la hipótesis de que diferentes sistemas neuronales se activan ante decisiones intertemporales: la impaciencia del corto plazo, que está conducida por el sistema límbico (emocional, no deliberativo), y que responde preferentemente a recompensas inmediatas y en menor medida a recompensas futuras; y la paciencia del largo plazo, dominada por la corteza prefrontal lateral y estructuras asociadas (las partes más deliberativas de nuestro cerebro), que pueden evaluar racionalmente intercambios entre recompensas abstractas, incluyendo recompensas en períodos más largos.

Para finalizar, creemos que investigaciones futuras deberán evaluar mejor qué tipo de funciones de descuento son las ideales para predecir decisiones económicas del mundo real, y en general mejorar los métodos para medir las decisiones intertemporales, donde sin dudas la Neuroeconomía jugará un rol importante. 

Autores: Sebastián Laza (economista) y María Paula Brizuela (economista)




Comentarios

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