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Mostrando entradas de marzo, 2015

Economía del Comportamiento: Psicología + Economía

El renacimiento de la Psicología dentro de la Economía [1]   se traduce en lo que hoy se llama Economía Conductual   (Behavioral Economics), que arranca bastante antes de que termine el siglo XX, pero que   se difunde y generaliza con el otorgamiento del Premio Nobel de Economía del año   2002 a Daniel Kahneman,   quien lo recibe en conjunto con Vernon Smith, cuya rama, si bien se relaciona con Behavioral Economics, tiene sus diferencias, y se denomina   Economía Experimental   (Experimental Economics).  La economía psicológica, conductual o del comportamiento,   nace por la insatisfacción de algunos economistas con la forma con la que se estaban abordando, desde la economía, problemas referentes al comportamiento económico del hombre y con las explicaciones que la economía daba a estos comportamientos.   Esta rama estudia lo que ocurre en los mercados, pero teniendo en cuenta las enormes limitaciones humanas a la hora de hacer cálculo económico y las problemáticas que se originan

Racionalidad acotada: la toma de decisiones humana muy lejos de la perfección

Uno de los críticos precursores al supuesto de hiper-racionalidad optimizadora neoclásica, fue el notable economista Herbert  Simon  [1], con su  concepto de "racionalidad acotada", a partir de una serie de trabajos que lo hicieron acreedor al Premio Nobel en 1978. Simon definde su idea de “bounded rationality  [2] ”  en los siguientes términos: "The task was to replace the classical model with one that describe how decisions could be made when the alternatives of search had to be sought out, and  the consequences of choosing particular alternatives were very imperfectly known both because of limited computational power and because of uncertainty in the external world, and the decision maker did not possess a general and consistent utility function for comparing heterogeneous alternatives. Several procedures of rather applicability and wide use have been discovered that transform intractable decisions problems into tractable ones."  "One procedure alre

Por qué nos peleamos tanto los economistas: un aporte desde la Neuroeconomía

Si bien para economistas, políticos y gente común es algo difícil de aceptar (de ahí sus acalorados debates), para los neurocientistas es algo hiper demostrado: la realidad es una construcción cerebral individual, no solo en el plano de las ideas, sino también en el plano de las percepciones sensoriales (olfato, gusto, vista, tacto y oído), en la que difícilmente alguna vez nos pongamos todos de acuerdo. Y dado que estos procesos neuropsicológicos son absolutamente individuales, los significados que otorgamos a objetos y hechos de la realidad están teñidos no solo por nuestra percepción (los cinco sentidos), sino también por los mapas mentales que construimos y reconstruimos permanentemente en nuestro cerebro como resultado del aprendizaje y la experiencia.  Por ejemplo, solía repetir el general Perón "la única verdad es la realidad" (frase originalmente atribuida a Platón-Aristóteles), para justificar el aumento del precio de los productos exportables en la Arge

Un Experimento Neuroeconómico con la Curva de la Demanda

Knutson, Loewenstein y otros (2007)[1], en uno de los primeros estudios que usaron fMRi (resonancia magnética funcional) para examinar la conducta real del consumidor, “sacudieron un poco el tablero” de lo que se venía haciendo en Neuromarketing -o en términos económicos, en el estudio de las funciones de demanda micro- y analizaron mediante imágenes cerebrales a personas en un momento de compra en forma concreta. Después vinieron varios más estudios similares, pero éste sin dudas fue el señero, el que abrió el camino. Recordemos primero que los fundamentos de la microeconomía tradicional hablan de consumidores maximizando curvas de utilidad (gustos y preferencias), sujetas a la restricción del ingreso (bolsillo del consumidor) y al precio de bienes relacionados (sustitutos y complementarios), entre las principales. De esta forma, este experimento neuroeconómico debería reflejar la teoría tradicional, de lo contrario, estaríamos frente a una anomalía teórica, que debería ser c

Oxitocina, Confianza, Mercados y Neuroeconomía

La confianza (trust) entre las personas es indispensable para afianzar las sociedades humanas. La confianza es necesaria para hacer amistades, formar parejas, familias y organizaciones y por supuesto juega un rol esencial en los intercambios económicos. En ausencia de confianza entre personas y empresas, las transacciones de mercado se cortan, y en ausencia de confianza en las instituciones y líderes de un país, la legitimidad de la política económica se pierde. Adicionalmente, los vínculos interpersonales basados en la confianza son vitales para la salud y el bienestar humanos. La evidencia empírica reciente en humanos ha identificado el rol de las hormonas neuroactivas, especialmente la oxitocina, como facilitador de conductas pro-sociales basadas en la confianza. La mayor parte de la evidencia reciente indica que la confianza entre conciudadanos contribuye al éxito económico, político y social de los países. Sin embargo, las bases neurobiológicas de la conf

Neuroeducación y Neuroaprendizaje

“Intentar hoy enseñar algo sin saber cómo funciona el cerebro de un alumno promedio, es tan difícil como intentar ser diseñador de guantes sin haber visto jamás una mano.”  (Leslie A. Hart, especialista en Neuroeducación) Sin lugar a dudas, a todos los que nos dedicamos a la docencia desde hace muchos años, pero que a la vez hemos leído algo sobre neurociencias aplicadas a las Ciencias Sociales, una cuestión nos queda clarísima: hay que actualizar urgente las teorías de Piaget, Ausubel, Vigotsky (y en general de todo el constructivismo), ya que fueron escritas (y muy bien) varias décadas antes de la explosión neuro que estamos viviendo hoy en día, y se están empezando a ver obsoletas. Resulta que los conceptos de estos grandes estandartes de la pedagogía (los constructivistas), que aún hoy se enseñan profusamente en carreras universitarias y terciarias que preparan para la docencia en Argentina, son en su gran mayoría argumentaciones que parten de la introspección y la

Neuroeconomía y Teoría del Consumidor

“Over the course of the past decade there has been a wealth of studies suggesting that activity in small number of brain areas encodes reward quantities during decision-making tasks. […] Indeed, there is now broad consensus in the neuroscience of decision-making community that reward magnitude is represented in a small number of well-identified areas” (Levy & Glimcher, 2012, “ The root of all value: a neural common currency for choice”, p.1027 ) La microeconomía tradicional, con su modelización lógico-matemática, intenta explicarnos, en forma teórica (o sea simplificada) cómo hacemos los consumidores, dado nuestro ingreso disponible (salario + saldo en tarjetas de crédito + otros créditos disponibles), a los fines de poder comprar la mayor cantidad de bienes y servicios para satisfacer nuestra mayor cantidad de necesidades, y así de esta forma ser cada vez más felices, si bien siempre teniendo en cuenta que “el dinero no es todo, pero cómo ayuda!!”. Sin embargo, desde hace u