Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2016

Masculino, Femenino y Neuromarketing

Hay bastante evidencia empírica sobre que hombre y mujer piensan, deciden y compran de manera distinta. Las causas arrancan a partir de cerebros con predisposiciones naturales diferentes. El  cerebro femenino presenta un mayor córtex (corteza) prefrontal . Esto tiene un impacto directo sobre las emociones y su modo de percibirlas, incidiendo también en su mayor grado de razonamiento intuitivo. Asimismo, el cerebro femenino también presenta un mayor cuerpo calloso , que conecta ambos hemisferios, y mayor hipocampo (clave en la memoria de largo plazo), haciendo que sus áreas de lenguaje y memoria estén directamente relacionadas con sus emociones. Por el otro lado, el cerebro masculino presenta un mayor lóbulo parietal , que tiende a darles mejor percepción espacial y mayor capacidad de resolución de problemas; y una amígdala mayor . La amígdala es la puerta de entrada al sistémica límbico. A ella llega toda la información sensorial, de forma emocionalmente neutra, y a

Dopamina y Economía

La dopamina es un neurotransmisor encargado de varias funciones en los seres humanos, entre ellas el  movimiento, l a memoria, l os sistemas de recompensa (sensaciones placenteras), e l comportamiento y la cognición, l a atención, e l sueño, e l humor y e l aprendizaje. Es clave también en Economía, ya que ayuda a definir el valor que le damos a los bienes y servicios en el mercado, y con ello la cantidad de dinero que estamos dispuestos a pagar por ellos. Descubierta hace medio siglo por los investigadores suecos Carlsson y Hillarp, sin ella es imposible experimentar curiosidad o motivación, y la necesitamos para enamorarnos, para sentirnos rebosantes de optimismo, para apreciar la belleza de un cuadro, y también para pagar altos precios por determinados productos.   Tanto el exceso como la deficiencia de esta substancia química vital son la causa de varias enfermedades. El Parkinson y la drogadicción son algunos ejemplos de problemas asociados a niveles anormales de dopamina.

Noradrenalina, Aversión a las Pérdidas y Neurofinanzas

En Economía y también en Teoría de Decisiones, la aversión a las pérdidas se refiere a la fuerte tendencia de la gente a preferir no perder antes que ganar, siendo un concepto relativamente nuevo, que de alguna forma matiza el concepto de costo de oportunidad tradicional. En efecto, hay estudios que indican que, desde el punto de vista psicológico, perder es doblemente más fuerte que ganar. La aversión a perder fue demostrada por los premios nobel Amos Tversky y Daniel Kahneman, gracias a estudios que determinaron la tendencia natural de la gente a evitar perder antes que ganar beneficios. De esta forma, la aversión a la pérdida potencia la aversión al riesgo, ya que cuando se evalúan posibles ganancias bajo este sesgo, se prefiere más evitar pérdidas que recibir beneficios. Los estudios referentes a la aversión a la pérdida están estrechamente relacionados con factores neuropsicológicos y de la conducta humana, siendo de gran interés para la Neuroeconomía y las Neurofin

Keynes, Rigideces y Neuroeconomía

La Gran Crisis de los años 30 sin dudas marcó un antes y un después en teoría económica. El mundo entró en una crisis muy profunda, los niveles de desempleo y marginación se extendieron por todos lados, y los mecanismos de ajuste que antes funcionaban, ahora parecían no funcionar. Por aquel entonces reinaban en el mundo académico las teorías de clásicos y neoclásicos, como Adam Smith, David Ricardo, Francis Edgeworth, Alfred Marshall y Arthur Pigou, entre otros, y muy pocos se atrevían a discutirlas. Los neoclásicos suponían pleno empleo para todos los factores de la producción,  sosteniendo que si la economía se demoraba en llegar a su equilibrio, era por la existencia de desafortunadas intervenciones del gobierno o por poderes monopólicos (también culpa del estado), que impedían el correcto funcionamiento de la competencia. Sólo admitían, los neoclásicos, la existencia de desempleo voluntario , es decir, individuos que deciden por propia voluntad no ofrecer sus servicios en el m