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Masculino, Femenino y Neuromarketing

Hay bastante evidencia empírica sobre que hombre y mujer piensan, deciden y compran de manera distinta. Las causas arrancan a partir de cerebros con predisposiciones naturales diferentes.


El cerebro femenino presenta un mayor córtex (corteza) prefrontal. Esto tiene un impacto directo sobre las emociones y su modo de percibirlas, incidiendo también en su mayor grado de razonamiento intuitivo.

Asimismo, el cerebro femenino también presenta un mayor cuerpo calloso, que conecta ambos hemisferios, y mayor hipocampo (clave en la memoria de largo plazo), haciendo que sus áreas de lenguaje y memoria estén directamente relacionadas con sus emociones.

Por el otro lado, el cerebro masculino presenta un mayor lóbulo parietal, que tiende a darles mejor percepción espacial y mayor capacidad de resolución de problemas; y una amígdala mayor. La amígdala es la puerta de entrada al sistémica límbico. A ella llega toda la información sensorial, de forma emocionalmente neutra, y allí se le confiere una categoría (bueno, malo, etc.). La amígdala, que actúa como un sistema de alarma contra amenazas, miedo y peligro, al ser más grande en los varones, hace que estén más alerta ante amenazas territoriales.

Más sobre masculino y femenino
  • El cerebro femenino permite mayor fluidez y desarrollo verbal que el masculino, y una mayor precisión en tareas en donde hay que coordinar varias cosas a la vez. Además. la mujer tiene mayor sensibilidad en la percepción del gusto, olfato, audición y tacto.
  • El cerebro masculino tiene un mayor tamaño del cerebro en general, por eso el varón presenta un mayor número de conexiones neuronales. Esto quiere decir que procesan la información de manera distinta que la mujer. El hombre suele ser superior a la mujer en lo lógico-matemático.
  • El varón maneja sus impulsos de forma más simple, generalmente no piensa tanto las cosas  y suele ser más resolutivo.Ellos suelen actuar y no hablar demasiado. En cambio la mujer siempre quiere resolver a través de la palabra.
Femenino, masculino y marketing

A la hora de comprar, varones y féminas son impactadas por diferentes atributos del producto. Por lo tanto, una exitosa estrategia de marketing tendrá que tener en cuenta las diferencias entre los cerebros masculino y femenino.

Tanto el Área de Broca, que tiene como función principal la producción del habla, como el Área de Wernicke, que tiene como función principal la comprensión del lenguaje, son significativamente mayores en las mujeres, observándose en experimentos controlados una mayor activación de dichas áreas en las mujeres frente a una mayor activación del área visual en los hombres, cuando a ambos se les presenta un estímulo de lectura (cartel, etiqueta, panfleto, etc.). Este aspecto es clave para el Marketing y la comunicación de los atributos de un producto.

De esta forma, para el cerebro masculino, la información y datos concretos y tangibles tendrán más peso, mientras que para el femenino, la comprensión de esos datos, acompañados de conexiones emocionales tendrás mayor impacto.

Algunas técnicas de marketing enfocadas a los hombres, mostrarán siempre la información importante de frente, y relativa a las emociones como secundaria. En cambio para enfocarlo hacia las mujeres, es más productivo enseñar las emociones causadas por la compra de un producto antes que los datos técnicos sobre el mismo.

Diferencias en el momento de compra

Ya en el momento de compra, mientras los hombres acentúan en aspectos como la accesibilidad del lugar, estacionamiento y cantidad y calidad de stock y surtido, las mujeres centran su foco en la interacción con los vendedores y el medio.

Adicionalmente, el género femenino utiliza un espectro de elementos más amplio para alcanzar cada decisión, recordemos que su cuerpo calloso es más amplio, y por lo tanto permite más conexión inter-hemisferios, lo que facilita el manejo de muchos aspectos a la hora de decidir la compra. 

Así, las tiendas dirigidas a un público mayoritariamente masculino han de centrarse en mantener suficiente stock, variedad y calidad de productos que interesen a este público. Mientras que los comercios enfocados al comercio femenino deberán hacer un mayor énfasis en sus selección de personal, asegurándose de que sus empleados sean comunicativos, agradables, empáticos y tengan un muy buen conocimiento de los productos en exposición.

Diferencias en la decisión de compra

El género masculino suele decidir primero qué aspectos del producto le interesan más, y elimina rápidamente aquellos productos que no los incluyen, mientras que el género femenino utiliza un espectro de elementos más amplio para alcanzar cada decisión. Es decir, en vez de confiar en la eliminación de productos basándose únicamente en los atributos que objetivamente iba buscando, las mujeres tienden a integrar todas las informaciones disponibles acerca de los mismos para tomar una decisión (marca, precio, emoción, funcionalidad, etc.).

Diversos estudios indican también que el cerebro femenino esta más dispuesto a la búsqueda de buenos precios, compra por comparación y visita a outlets, que el cerebro masculino. Así, los hombres están más dispuestos a acudir a tiendas tradicionales que ofrecen buenas marcas, conocidas y asociadas a la calidad sin importar el precio. Es decir... el hombre es más práctico, sin que ello implique que sea mejor comprador.

Las emociones, como ya dijimos, adquieren mayor peso al impulsar las compras femeninas. Los hombres no buscarán palabras como “caricia” o “sonrisa” en un anuncio, mientras que las mujeres encontrarán estos reclamos más cercanos y atractivos, incluso por encima de la funcionalidad del artículo.

Los hombres tienden a hacer una búsqueda, analizar, comparar productos, y entonces elegir una marca y racionalizar su decisión de compra. Las mujeres harán lo mismo, pero además, utilizarán más su hemisferio derecho del cerebro (el más emocional y creativo), hablándolo por ejemplo con amigos, recabando opiniones y visualizándose a sí mismas una vez adquirido el producto. Además, ellas tendrán en cuenta el placer o no de tratar con ese vendedor o esa empresa.

Una mayor proporción de hombres prefieren las imágenes en las que predominan las formas, mientras que las mujeres prefieren imágenes donde predominan los colores.


Sintetizando

Los cerebros masculino y femenino presentan ciertas diferencias neuropsicológicas, que deben considerarse con sumo cuidado a la hora de diseñar y lanzar al mercado productos, soportes, publicidad, páginas web, etc.

El hombre es más racional y práctico a la hora de comprar, en cambio la mujer, al tener mayor predisposición natural (cerebral) a la comparación de muchos atributos a la vez, se demora más, máxime teniendo en cuenta el enorme grado de diferenciación de producto reinante en las tiendas de la mayoría de los productos. 
Autor: Sebastián Laza (economista, magister en administración de negocios, posgrado en neurociencias aplicadas a las organizaciones).




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