Si bien la mayoría de las personas cree tener un alto control de sus propias decisiones, la Neurociencia Cognitiva y la Economía del Comportamiento, entre otras disciplinas, cuestionan en cierta medida dicho postulado racional. ¿Es el cerebro de la corteza -eminentemente racional- quien decide lo que hacemos, o es tan solo quien ejecuta lo que ya viene decidido por nuestro sistema nervioso autónomo -emocional y subconsciente-? La respuesta no es sencilla, pero por el lado de la Behavioral Economics, tanto Simon como Kahneman y Thaler, todos premios nobel de Economía, llegan a un punto común: lo que se decide no atiende a la racionalidad fría y calculadora de los modelos tradicionales de la Economía Neoclásica, sino a un modelo mucho más emocional y sujeto a sesgos . ¿Significa eso que somos irracionales? No, para nada, tan sólo expresa que la toma de decisiones humana viene premoldeada por el cerebro límbico (emocional) y en general por el sistema nervioso autónomo, ambos por