La motivación intrínseca es clave para el aprendizaje significativo, en opinión de los constructivistas y la enorme mayoría de pedagogos a lo largo de la historia.
¿Qué es la motivación intrínseca? Es esa fuerza interior que hace exigir al educando por construir un determinado conocimiento. Implica proactividad, lo moviliza al joven.
Sin embargo, en especial en el nivel medio de los sistemas educativos (adolescentes), suele escasear la motivación intrínseca, lo que genera un aprendizaje chato, con escasa activación del sistema de recompensa cerebral del educando, donde esta la raíz de la motivación y el valor.
Sin embargo, en especial en el nivel medio de los sistemas educativos (adolescentes), suele escasear la motivación intrínseca, lo que genera un aprendizaje chato, con escasa activación del sistema de recompensa cerebral del educando, donde esta la raíz de la motivación y el valor.
Pero hay un problema adicional, y viene por el lado del docente. El maestro se desmotiva cuando empieza a notar que no genera en el alumno la empatía enseñanza-aprendizaje. De esta forma, las salas de profesores de los colegios secundarios se transforman en “salas de catarsis”, donde los recreos se consumen hablando de “la falta de ganas de los alumnos por mi materia”.
Nuestros alumnos posmodernos se escudan en el saber utilitario, ¿para qué me sirve tal cosa? Como el título secundario cada vez sirve menos para el empleo, el alumno promedio estudia pura y exclusivamente para llegar al "aprobado" y obtener el diploma, que le permitirá acceder a estudios superiores, o trabajar.
Nuestros alumnos posmodernos se escudan en el saber utilitario, ¿para qué me sirve tal cosa? Como el título secundario cada vez sirve menos para el empleo, el alumno promedio estudia pura y exclusivamente para llegar al "aprobado" y obtener el diploma, que le permitirá acceder a estudios superiores, o trabajar.
Y para llegar al "aprobado", apelan a todo lo inimaginable, en especial, todas las técnicas de copiado existentes y por inventarse.
De esta forma, la consecuencia de esta baja motivación intrínseca es un conocimiento débil, no relacionado, en palabras del pedagogo Ausubel, que desaparece al poco tiempo, junto a la mencionada fuerte desmotivación del docente. Círculo vicioso.
La Neuroeducación es clave para aportar soluciones a este agudo problema, en especial con técnicas para activar el SISTEMA DE RECOMPENSA CEREBRAL, la clave de la motivación intrínseca.
La Neuroeducación recomienda:
- Tener en cuenta todos los “estilos de aprendizaje”, para que el contenido llegue a “todos los cerebros”, ya que cuando la actividad “encaja” con el estilo de aprendizaje del alumno… éste la “percibe”. O sea, hay que buscar llegar a “conectar” con el cerebro de cada alumno, teniendo en cuenta las inteligencias múltiples.
- “No se aprende lo que no se ama”, hay que poner en funcionamiento el modelo DAS (dopamina, adrenalina, serotonina).
- Se debe hacer un abordaje teórico corto, y una diversificación práctica por “estilos de aprendizaje”.
Reconocemos que, de la manera que están estructurados los sistemas educativos y las currículas actuales, es difícil para el docente tener muchos grados de libertad para aplicar estas técnicas, sin embargo hay que intentar de alguna manera motivar para educar, de lo contrario, el aprendizaje significativo no va a aparecer.
Autor: Sebastián Laza
Sebastián Laza es especialista en la interrelación entre Neurociencia Cognitiva y Toma de Decisiones.
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