La gente suele cambiar de preferencias bastante a menudo. El fenómeno de las "reversiones de preferencias" se refiere a la observación de que hay cambios sistemáticos en el orden de preferencia de las personas entre las opciones que tiene para elegir, aunque el paquete de opciones sea el mismo.
El orden de preferencia se refiere a una relación abstracta entre dos o más opciones. Se supone que cuando a un individuo se le presentan las opciones A y B, por ejemplo, él o ella prefiere A a B o prefiere B a A (o es indiferente entre A y B). Los cambios sistemáticos se refieren a la observación de que dichas personas muestran preferencias diferentes o incluso inversas para las mismas opciones en condiciones de evaluación equivalentes (es decir, condiciones que difieren a primera vista pero en las cuales las opciones que se presentan a las personas se han mantenido esencialmente iguales).
La inversión de preferencias es la situación en la que las preferencias se cambian después de que las opciones se ponen todas juntas. Es decir, cuando los paquetes se valoran por separado, la decisión tomada en el paquete es diferente de cuando se valoran conjuntamente. Esto se debe a la relatividad de las elecciones. La relatividad es fácil de entender, pero hay un aspecto de la relatividad que nos desconcierta constantemente: tendemos a comparar las cosas entre sí, pero nos enfocamos en comparar cosas que son fácilmente comparables, y evitamos comparar las cosas difíciles. Esta es la razón por la que las personas tienden a cambiar las preferencias cuando comparan las cosas por separado y en conjunto. Las comparaciones se vuelven más fáciles una vez yuxtapuestas, y los atributos más importantes se pueden comparar fácilmente.
La inversión de preferencias es una teoría opuesta a la teoría de la elección sin riesgo. La elección sin riesgo es una teoría creada por Jeremy Bentham y James Mill, los famosos "utilitaristas", que afirma que los tomadores de decisiones alcanzan la utilidad maximizando las elecciones a través de elecciones consistentes y estables. Sin embargo, la teoría de la inversión de preferencias establece que las opciones óptimas podrían no existir incluso con las opciones más simples cuando las preferencias dependen de circunstancias. Cuando se introduce la incertidumbre en el proceso de toma de decisiones, se contradice la teoría de preferencias consistentes y estables.
Por ejemplo, en distintos experimentos, se ha observado que si se les pide a las personas que elijan entre una apuesta relativamente segura con un pago bajo y una apuesta relativamente arriesgada con un pago alto, y si se les pide también que indiquen sus precios de venta si fueran a vender estas mismas loterías, las personas tienden a declarar una preferencia por la apuesta más segura, pero tienden a establecer un precio de venta más alto por el más riesgoso!!
La inversión de preferencias es una teoría opuesta a la teoría de la elección sin riesgo. La elección sin riesgo es una teoría creada por Jeremy Bentham y James Mill, los famosos "utilitaristas", que afirma que los tomadores de decisiones alcanzan la utilidad maximizando las elecciones a través de elecciones consistentes y estables. Sin embargo, la teoría de la inversión de preferencias establece que las opciones óptimas podrían no existir incluso con las opciones más simples cuando las preferencias dependen de circunstancias. Cuando se introduce la incertidumbre en el proceso de toma de decisiones, se contradice la teoría de preferencias consistentes y estables.
Por ejemplo, en distintos experimentos, se ha observado que si se les pide a las personas que elijan entre una apuesta relativamente segura con un pago bajo y una apuesta relativamente arriesgada con un pago alto, y si se les pide también que indiquen sus precios de venta si fueran a vender estas mismas loterías, las personas tienden a declarar una preferencia por la apuesta más segura, pero tienden a establecer un precio de venta más alto por el más riesgoso!!
Pero el fenómeno de la inversión de preferencias no se ha detenido solo en las loterías, se ha encontrado que es un ejemplo de un patrón general, incluyendo el marketing y las altas finanzas. La investigación también ha mostrado reversiones de preferencias cuando se usan opciones que ofrecen un resultado determinado pero retrasado. Cuando se enfrentan a una elección entre pagos retrasados, los tomadores de decisiones a menudo seleccionan la opción a corto plazo pero asignan una mayor certeza equivalente a la opción a largo plazo. Las diferentes descripciones del mismo problema también hacen que los individuos exhiban diferentes preferencias.
En síntesis, parece que la naturaleza humana se resiste a ser modelizada exclusivamente por la teoría de la elección racional a que nos tiene acostumbrada la teoría neoclásica. Las preferencias son claramente relativas, dependen de como son enmarcadas o presentadas, y lo que en un contexto puede ser preferido, en otro no, aunque el paquete de opciones sea el mismo. Pero no somos irracionales, para nada, tan solo humanos, con las innumerables contradiciciones que ello implica, tanto con el dinero como en la vida.
Autor: Sebastián LazaEn síntesis, parece que la naturaleza humana se resiste a ser modelizada exclusivamente por la teoría de la elección racional a que nos tiene acostumbrada la teoría neoclásica. Las preferencias son claramente relativas, dependen de como son enmarcadas o presentadas, y lo que en un contexto puede ser preferido, en otro no, aunque el paquete de opciones sea el mismo. Pero no somos irracionales, para nada, tan solo humanos, con las innumerables contradiciciones que ello implica, tanto con el dinero como en la vida.
Sebastián Laza es especialista en la interrelación entre Neurociencia Cognitiva, Economía de la Conducta y Toma de Decisiones. Es autor del libro: Neuroeconomía, Disrupción y Cambio":https://www.amazon.com/NEUROECONOM%C3%8DA-DISRUPCI%C3%93N-CAMBIO-SMITH-D-KAHNEMAN/dp/198084397X/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1538250941&sr=8-1&keywords=neuroeconomia
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