Ir al contenido principal

EFECTO DOTACIÓN: ANTE LO MISMO, SI ES MÍO, MÁS CARO

El efecto de dotación se refiere a la situación donde las personas tendemos a preferir los objetos que ya poseemos sobre similares que aún no. De este modo, asignamos un valor más alto a un objeto al que se nos pide que abandonemos, que a un objeto similar que se nos pide que obtengamos. 

El efecto de dotación, también denominado aversión a la desinversión, implica el mayor valor percibido tan solo porque el individuo posee el objeto en cuestión. Las personas, e incluso los inversores financieros, tienden a quedarse con ciertos activos debido a su familiaridad y comodidad, incluso si son inapropiados o no son rentables. El efecto de dotación es un ejemplo de un sesgo emocional, o irracionalidad en términos de la teoría económica neoclásica.

El término surgió en el campo de la economía del comportamiento, donde la investigación empírica de los psicólogos Richard Thaler, Daniel Kahnerman y Jack Knetsch muestra diferencias considerables entre los precios de compra y venta de los bienes de consumo, incluso cuando se excluyen las consideraciones estratégicas (para obtener un beneficio). El efecto generalmente se interpreta como una manifestación del principio de "aversión a la pérdida", que establece que las personas sopesan más las pérdidas que lo que ganan.

En el mundo del management, los estrategas de marketing aplican intensamente el efecto de dotación, en especial para la retención de clientes. Por ejemplo, después de haber aceptado una oferta para un período de prueba gratuito para un producto digital, los usuarios podrían comenzar a considerar el producto como algo que "ya poseen". Por consiguiente, podrían estar más dispuestos a pagar un precio justo por continuar "siendo dueños", a diferencia de la situación donde los usuarios se acerquen al producto sin haber tenido la oportunidad de probarlo, donde al carecer de la perspectiva de un propietario, estarían mucho menos preparados para pagar ese precio. 

Este efecto también puede explicar por qué es difícil convencer a los clientes de que "cambien" de un producto que ya encuentran satisfactorio a otro; claramente, el nuevo producto tendrá que ofrecer considerablemente más y, probablemente a un precio menor, para así contrarrestar la prima que representa para el consumidor el efecto dotación.

Los estudios han demostrado repetidamente que las personas valorarán algo que ya poseen más que un elemento similar que no poseen. No importa si el objeto en cuestión fue comprado o recibido como regalo, el efecto aún se mantiene. Hay un sentido de bienestar personal, puramente emocional, más allá de la riqueza real, que se cree que impulsa tal efecto. 

Para finalizar, el efecto dotación, junto con el de aversión a las pérdidas, reflejan la natural tendencia humana a valorar mucho más lo que ya posee y nos ha dado bienestar, versus un producto o servicio a priori similar o idéntico, pero sin la carga emocional del primero. En fin... no es que seamos irracionales, para nada, tan solo somos humanos, donde lo emocional pesa tanto o más que lo racional.

Autor: Sebastián Laza


Sebastián Laza es Economista de la Conducta, especializado en la interrelación entre Neurociencia Cognitiva y Toma de Decisiones. Es Director Ejecutivo del Programa en Neurociencias Aplicadas a la Gestión y la Economía (Universidad Nacional de Cuyo) y Coordinador del Área Neuroeconomía del Instituto Latinoamericano de Neurociencias Aplicadas (http://neurociencias.online/).

Comentarios

Entradas populares de este blog

LO MISMO PERO DIFERENTE: EL EFECTO ENMARQUE

El efecto enmarque es uno de los tantos sesgos cognitivos de nuestra mente, humana y poco racional, en el que el cerebro toma decisiones sobre determinada información según cómo se le presenta la misma. Dicho efecto se usa a menudo en el marketing para influir en los responsables de las decisiones y en las compras, aprovechando la tendencia de las personas a ver la misma información, pero responder a ella de diferentes maneras, dependiendo de si una opción específica se presenta en un marco positivo o en un marco negativo.  ¿Cuál de estos productos elegiría: uno presentado como con 95% de efectividad, o el mismo con un 5% de falla? La mayoría de las personas es más probable que elija la primera opción, aunque las dos opciones sean idénticas. El modelo económico estándar predice que las personas siempre tomarán la misma decisión si se les muestran los mismos resultados, al maximizar la utilidad esperada. En su innovador estudio de 1979, Amos Tversky y Daniel Kahnemann, ambos po

Marcadores Somáticos: Atajos para la Toma de Decisiones

La hipótesis del marcador somático, de la mano de Antonio Damasio, ha sido muy relevante al momento de comprender el papel que juega la emoción en la toma de decisiones. La idea consiste en que las consecuencias de una decisión producen en la persona una determinada reacción emocional que es subjetiva, que se puede “vivenciar”, y que a su vez es somática, es decir se traduce en reacciones musculares, neuroendócrinas o neurofisiológicas. Esta respuesta emocional a su vez se puede asociar con consecuencias, ya sean negativas o positivas, que se repiten con cierta constancia en el tiempo y que provoquen dicha respuesta. Este mecanismo de asociación es el que produce lo que Damasio llama “marcador somático” y que influye en las decisiones a tomar a futuro. De esta manera, la reacción emotiva pasada influye en la toma de decisiones futura, posibilitando la anticipación de las consecuencias y guiando el proceso de resolución final. En este sentido se afirma que los marcadores

UN MUNDO DE GENTE APURADA

¿Se han puesto a pensar por qué andamos por la vida tan apurados? Dormimos poco, comemos apurados, compramos apurados, manejamos apurados, estudiamos apurados, multitasking en la oficina, zapping permanente en tv, en la música del auto, etc. VAMOS A EXPLOTAR. Se nos pasa el año volando, los días volando, las horas… Es frenético el ritmo.  ¿Pero quién nos apura? Los economistas decimos que “la gente prefiere ir más rápido o más lento, es decir elegir más a corto o a largo plazo, en función de lo que llamamos  tasa de preferencia temporal. Y está comprobado que,  en promedio, la gente suele valorar más obtener recompensa ahora, aunque sea menor, que esperar un tiempo Y OBTENER ALGO MAYOR A FUTURO.  No queremos esperar… lo queremos todo ya.  Podés legir rendir para un 10, pero te querés sacar de encima la materia ya, estudiás menos y aprobás con un 7.  Podés elegir esperar una semana, comparar precios y modelos, y comprarte el teléfono móvil nuevo … pero no… te en