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LA ECONOMÍA COMO CIENCIA DE LA FE

La fe mueve montañas, también economías!!

Las mejores definiciones de economía hablan de la ciencia de los "recursos escasos" para "necesidades infinitas". Eso es totalmente cierto, y más notorio aún con poblaciones que crecen año a año versus recursos estratégicos que no lo hacen al mismo ritmo. Indudablemente, este fenómeno de la escasez lleva al primer gran pilar de la economía, el concepto de PRODUCTIVIDAD, ya que si los recursos son menos que las necesidades, hay que tratar de sacarles el máximo jugo, la máxima producción posible, de lo contrario hay desperdicio, ineficiencia. 

Hasta ahí todo bien, la gran mayoría de acuerdo. Pero a menudo, los economistas nos olvidamos que nuestra ciencia no es solo PRODUCTIVIDAD, sino que también es FE, es decir confianza en el futuro, humores postivos entre los inversionistas que los lleven a aumentar las dotaciones de producción disponibles, y humores positivos entre los consumidores que los lleven a gastar más dinero, y a tomar créditos, para mover la rueda de la economía.


El concepto de FE es complejo, y además con connotaciones religiosas, pero en el fondo se refiere a "creer" en algo o en alguien más allá de lo que pueda escrutar nuestra razón, que es limitada y sesgada, como claramente muestra hoy la Neurociencia Cognitiva. Quizás suene paradógico, pero la Economía, alguna vez llamada la "Física de las Ciencias Sociales", por su respaldo duro en matemática y estadística, depende en gran medida de una metafísica tan relativa como son las expectativas de la gente para con el futuro, y la mayor o menor confianza que los políticos inspiren a futuro en sus ciudadanos.

En el fondo, las corridas cambiarias y la inflación son un problema de FE, es decir, de escasa confianza en la moneda de un país, y en sus políticos, por parte de inversores y gente común.  

Es decir, la visión completa de la economía es PRODUCTIVIDAD + FE, y lo que es más, una lleva a la otra, ya que la correcta y productiva utilización de los recursos escasos (en especial de los recursos públicos), genera FE en el futuro por parte de los privados, para seguir invirtiendo en nuevos negocios, y en el resto de los ciudadanos, para que consuman en bienes durables, viajes de turismo, etc.

Los economistas le escapan generalmente al tema de la FE, porque es dificil medirla estadísticamente, a diferencia de la PRODUCTIVIDAD, que es mucho más fácil, y si bien existen índices de confianza y/o de expectativas de empresarios o consumidores, los mismos son apenas aproximaciones al problema. Sucede que expectativas, humores y similares son variables psicológicas, emocionales, y muy influenciables por noticias, rumores, campañas de formación de opinión, etc., lo que las hace volátiles, tendenciosas y en general un tanto impredecibles.

La Economía de la Conducta y la Neuroeconomía pueden ayudar fuertemente a un mejor análisis del aspecto FE de la economía, para un mejor entender de la mente de la gente, o de los famosos espíritus animales de los inversores que hablaba J.M.Keynes, ya que son ramas de la ciencia que trabajan con instrumental que llega al inconsciente de nuestros cerebros, donde se generan nuestras emociones, la llave que conduce a expectativas, humores y visiones del futuro, que a la postre hace girar la rueda de la economía. 

No olvidemos que nuestra mente crea el futuro, y si lo vemos gris, actuaremos hoy en consonancia, y el futuro será finalmente gris, como una profecía autocumplida. Por el contrario, si al futuro lo vemos  de color verde,  actuaremos hoy en ese sentido, invirtiendo más los capitalistas y consumiendo más el ciudadano común, lo que hará que el futuro sea finalmente verde como lo vemos hoy desde el presente.

En síntesis, PRODUCTIVIDAD + FE es la base de la economía, y no solo productividad, como suelen hacer hincapié la mayoría de los libros tradicionales sobre el tema, y la Neuroeconomía y la Economía Conductual tienen mucho para aclarar sobre el aspecto FE.

Autor: Sebastián Laza 


Sebastián Laza es Economista de la Conducta, especializado en la interrelación entre Neurociencia Cognitiva y Toma de Decisiones. Es Director Ejecutivo del Programa en Neurociencias Aplicadas a la Gestión y la Economía (Universidad Nacional de Cuyo) y Coordinador del Área Neuroeconomía del Instituto Latinoamericano de Neurociencias Aplicadas (http://neurociencias.online/).

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