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LA BATALLA ECONÓMICA CHINA - EE.UU. ¿QUIÉN PODRÍA GANAR DE ACÁ A 30 AÑOS?

 

La competencia económica entre China y Estados Unidos ha definido gran parte de la dinámica global en las últimas décadas, y se espera que lo siga haciendo en los próximos 30 años. Ambos países están inmersos en una carrera por el liderazgo tecnológico, industrial y geopolítico, con implicancias que trascienden sus fronteras. Este artículo analiza los factores clave que influirán en el desenlace de esta "batalla económica".

EL MODELO CHINO: VELOCIDAD Y ESTRATEGIA

China ha experimentado un crecimiento económico sin precedentes desde la década de 1980. Su modelo de desarrollo, basado en una combinación de planificación estatal y apertura al mercado, le ha permitido convertirse en la segunda economía mundial. Además, su enfoque en la tecnología, la urbanización acelerada y las inversiones en infraestructura global, como la Iniciativa de la Franja y la Ruta, le han asegurado una posición estratégica clave.

Sin embargo, China enfrenta desafíos internos importantes: una población que envejece rápidamente, problemas de deuda en su sector inmobiliario y tensiones políticas por su modelo autoritario. A pesar de esto, su capacidad para adaptarse y su enfoque a largo plazo representan ventajas significativas en esta competencia.

EL MODELO ESTADOUNIDENSE: RESILIENCIA Y TECNOLOGÍA

Estados Unidos, por su parte, cuenta con una economía más madura pero igualmente dinámica. Su liderazgo en innovación tecnológica, su sistema financiero robusto y su capacidad para atraer talento global son pilares fundamentales. Además, el dólar sigue siendo la moneda de reserva mundial, lo que le otorga una ventaja estratégica en términos de influencia económica.

No obstante, Estados Unidos también enfrenta retos significativos: polarización política, desigualdad creciente y la necesidad de renovar su infraestructura y base industrial. Estas debilidades podrían limitar su capacidad para competir a largo plazo con un rival tan organizado como China.

EL IMPACTO DE LAS POLÍTICAS DE TRUMP

Las políticas implementadas por Donald Trump durante su primer mandato desempeñaron un papel crucial en esta dinámica competitiva, marcando un antes y un después en las relaciones entre Estados Unidos y China. De cara a su segunda presidencia, es altamente probable el refuerzo de todas estas líneas de política.

1. Guerra comercial y aranceles

Trump inició una guerra comercial con China, imponiendo aranceles a cientos de miles de millones de dólares en bienes chinos. Este enfoque proteccionista buscaba reducir el déficit comercial de Estados Unidos con China, aunque los resultados fueron mixtos. Si bien presionó a China para renegociar ciertos acuerdos, también incrementó los costos para las empresas y consumidores estadounidenses.

  • Impacto en la relación bilateral: Estas medidas deterioraron la confianza mutua y consolidaron a China como un adversario económico declarado de Estados Unidos.
  • Repercusiones a largo plazo: Aunque Biden relajó algunos de estos aranceles, la desconfianza sembrada persiste y ha fortalecido la idea de que la competencia con China es una prioridad bipartidista.

2. Políticas de repatriación industrial (reshoring)

Trump abogó por el regreso de la producción industrial a Estados Unidos, buscando contrarrestar la dependencia de las cadenas de suministro chinas. Iniciativas como los incentivos fiscales para las empresas que trasladaran sus fábricas de regreso al país promovieron una estrategia de "desglobalización."

  • Efecto en China: Esto llevó a que algunas multinacionales diversificaran sus cadenas de suministro hacia otros países, como Vietnam o México, aunque China mantuvo su posición dominante en manufactura avanzada.
  • Desafío para Estados Unidos: La transición hacia la independencia industrial es compleja y no puede lograrse rápidamente, especialmente en sectores como los semiconductores, donde China y Taiwán siguen siendo actores clave.

3. Restricciones tecnológicas

Trump tomó medidas agresivas para limitar el acceso de China a tecnologías críticas. La inclusión de empresas como Huawei en listas negras comerciales, la restricción de exportaciones de semiconductores avanzados y la presión a aliados para excluir a proveedores chinos de sus redes 5G marcaron una estrategia de contención tecnológica.

  • Consecuencias: Estas restricciones impulsaron a China a acelerar su independencia tecnológica, invirtiendo masivamente en investigación y desarrollo. Al mismo tiempo, Estados Unidos reforzó su liderazgo en áreas como inteligencia artificial y chips avanzados.

4. Retiro del multilateralismo

El enfoque de Trump hacia el "América Primero" redujo la participación activa de Estados Unidos en instituciones multilaterales como la Organización Mundial del Comercio (OMC). Esto abrió un espacio que China aprovechó para aumentar su influencia en organismos internacionales.

  • Impacto global: El menor compromiso de Estados Unidos permitió que China consolidara su liderazgo en iniciativas como la Franja y la Ruta, ampliando su influencia económica y geopolítica en Asia, África y América Latina.

5. Alineación estratégica con aliados

Aunque Trump buscó contrarrestar a China, su enfoque unilateral y las tensiones con aliados tradicionales (como la UE y Japón) debilitaron la capacidad de formar un frente común contra el gigante asiático. Esto contrasta con la administración Biden, que ha priorizado la reconstrucción de alianzas para enfrentar a China.

En conjunto, estas políticas sembraron las bases de un conflicto estructural entre Estados Unidos y China, transformando la relación de interdependencia económica en una rivalidad estratégica. Es altamente probable que en su segunda presidencia Trump profundice todas estas tendencias.

PERSPECTIVAS PARA LOS PRÓXIMOS 30 AÑOS

La pregunta de quién ganará esta batalla económica no tiene una respuesta sencilla. Ambos países tienen fortalezas y debilidades que influirán en el resultado. Factores como la innovación tecnológica, el manejo de los desafíos internos y la capacidad para forjar alianzas globales serán determinantes.

En última instancia, es probable que el mundo presencie un escenario multipolar, donde ninguna nación logre una hegemonía absoluta, pero ambas sigan siendo actores clave en la configuración del futuro económico global.

REFERNCIAS

1.     Allison, G. (2017). Destined for War: Can America and China Escape Thucydides’s Trap? Houghton Mifflin Harcourt.

Análisis profundo sobre la rivalidad entre China y Estados Unidos desde una perspectiva histórica y estratégica.

2.     Mearsheimer, J. (2019). The Great Delusion: Liberal Dreams and International Realities. Yale University Press.

Examina cómo las políticas de Estados Unidos han afectado su posición global en competencia con China.

3.     IMF. (2023). World Economic Outlook: Global Transitions and Policy Challenges. Fondo Monetario Internacional.

Informe actualizado sobre las proyecciones económicas globales, incluyendo datos sobre China y Estados Unidos.

4.     United States Trade Representative. (2020). 2020 Report to Congress on China’s WTO Compliance. USTR.

Documento oficial que analiza las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.

5.     Xiang, L., & Wübbeke, J. (2021). China's Innovation Strategy: Technology-Driven Development in the New Era. Springer.

Discusión sobre cómo China está invirtiendo en tecnología para consolidar su liderazgo económico global.


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