Jorge Luis Borges, maestro de la literatura y arquitecto de
laberintos narrativos, no es un autor que habitualmente se asocie con la
economía. Sin embargo, su obra está repleta de temas que resuenan con la
economía conductual, la neuroeconomía y las finanzas del comportamiento. Sus cuentos
exploran la percepción del tiempo, la incertidumbre, la toma de decisiones bajo
condiciones de información imperfecta y el papel del azar en nuestras vidas.
¿Podemos leer a Borges como un precursor intuitivo de estas disciplinas? Veamos
algunas interconexiones potentes.
El laberinto de la decisión: "El Jardín de los Senderos
que se Bifurcan"
En este cuento, Borges nos presenta una realidad en la que
todas las decisiones posibles se despliegan simultáneamente en diferentes
caminos. Cada elección abre un nuevo sendero, y la incertidumbre se multiplica
exponencialmente. Esta idea refleja la teoría de la racionalidad limitada de
Herbert Simon, que sostiene que los seres humanos no pueden procesar todas las
opciones posibles y, en cambio, toman decisiones con información incompleta y
bajo sesgos cognitivos.
Así como los personajes de Borges se pierden en un laberinto
de posibilidades, los inversores enfrentan una infinidad de escenarios y muchas
veces caen en la parálisis por análisis
o en la ilusión de control, creyendo
que pueden prever con certeza el futuro del mercado.
El azar y la ilusión del control: "La Lotería en
Babilonia"
En este cuento, Borges imagina una sociedad donde una lotería
regula todos los aspectos de la vida, desde el estatus social hasta la
supervivencia misma. Lo interesante es que los ciudadanos aceptan esta lógica y
hasta buscan racionalizar el sistema. En economía conductual, esto se conecta
con la falacia del jugador, el sesgo por el cual las personas creen que
pueden encontrar patrones en eventos aleatorios, como sucede en el mundo de las
inversiones o el juego.
Muchos inversores creen que pueden anticipar el mercado
basándose en tendencias pasadas, aunque la evidencia muestra que, en gran
parte, los movimientos bursátiles tienen un componente aleatorio. Borges nos
recuerda cómo la mente humana busca orden en el caos, incluso cuando el azar
gobierna.
El tiempo y la percepción de riesgo: "El Milagro
Secreto"
En este cuento, un escritor condenado a muerte obtiene del
destino un último año de vida, pero el tiempo solo transcurre en su mente. Este
relato ilustra cómo el tiempo es percibido de manera subjetiva, algo que la
economía conductual estudia en fenómenos como el descuento hiperbólico.
Las personas tienden a valorar más las recompensas inmediatas
que las futuras, lo que influye en decisiones de ahorro, inversión y consumo.
En los mercados financieros, esta distorsión explica por qué los inversores
prefieren beneficios de corto plazo en lugar de estrategias más racionales a
largo plazo.
El yo fragmentado y la toma de decisiones: "Las Ruinas
Circulares" y "El Otro"
En Las Ruinas Circulares, un hombre sueña a otro hasta
que finalmente se da cuenta de que él mismo es parte de un sueño mayor. En El
Otro, Borges conversa con una versión joven de sí mismo, reflejando la idea
de que nuestra identidad no es fija, sino que cambia con el tiempo.
Esto se vincula con la economía conductual en el concepto de homo
duplex: los seres humanos tienen un yo racional, que planifica para el
futuro, y un yo emocional, que busca gratificación inmediata. En finanzas, esto
explica por ejemplo por qué las personas saben que deben ahorrar para su
jubilación, pero muchas veces postergan la decisión.
Conclusión: Borges como precursor de la economía de la
conducta
Aunque Borges nunca escribió sobre economía, su exploración
de la incertidumbre, la percepción del tiempo, la ilusión del control y la
fragmentación del yo lo conectan profundamente con la economía conductual. Sus
cuentos nos recuerdan que las decisiones humanas no son puramente racionales,
sino que están moldeadas por sesgos, emociones y estructuras mentales
complejas.
Tal vez, si Borges hubiera conocido a Daniel Kahneman,
Richard Thaler o Herbert Simon, habría encontrado en sus teorías un eco de sus
propios laberintos literarios. Y quizá, al final del camino, habría concluido
que la economía, como la literatura, es un juego de ilusiones y espejos.
Bibliografía
- Borges,
J. L. (1941). El jardín de los senderos que se bifurcan. Editorial
Sur.
- Borges,
J. L. (1941). La lotería en Babilonia. Editorial Sur.
- Borges,
J. L. (1943). Las ruinas circulares. Sur.
- Borges,
J. L. (1944). El milagro secreto. Los anales de Buenos Aires.
- Borges,
J. L. (1975). El otro. El libro de arena.
- Kahneman,
D. (2011). Thinking, Fast and Slow. Farrar, Straus and Giroux.
- Simon,
H. A. (1957). Models of Man: Social and Rational. Wiley.
- Thaler,
R. H. (2015). Misbehaving: The Making of Behavioral Economics. W.
W. Norton & Company.
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