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¿ES POSIBLE MEDIR LA UTILIDAD ECONÓMICA?

 


El placer o goce económico de los consumos es posible de ser medido a través de varios enfoques y métodos, aunque todos tienen sus limitaciones. En economía y psicología, esto se refiere generalmente a la “utilidad” o “bienestar subjetivo”, es decir, el grado de satisfacción o placer que una persona obtiene al consumir bienes o servicios. Las modernas neurociencias han potenciado fuertemente estos estudios, con mediciones más objetivas que todo lo realizado en décadas y siglos anteriores.

Algunas maneras de medir el goce económico incluyen:

1. “Utilidad”:

   En economía clásica, la “utilidad” es un concepto que mide la satisfacción derivada del consumo. Sin embargo, es una medida teórica y relativa, y no puede ser observada directamente. Economistas utilizan “curvas de indiferencia” y otros modelos para aproximar cómo los individuos valoran diferentes combinaciones de bienes, pero esto no refleja el placer emocional de forma directa.

2. “Economía de la Felicidad”:

   Esta rama de la economía estudia cómo factores económicos (como el ingreso, el consumo, o la estabilidad laboral) influyen en el bienestar subjetivo. Se basa en “encuestas de autoinforme”, en las que las personas indican su nivel de satisfacción o felicidad en función de su consumo o experiencias económicas. Estas encuestas permiten analizar la correlación entre el consumo de ciertos bienes o servicios y los niveles de felicidad reportada.

3. “Experiencias Hedónicas”:

   Algunos estudios utilizan enfoques más cualitativos, como el “muestreo de experiencias” o el “registro de emociones” en tiempo real, para evaluar cómo las personas experimentan placer durante o después del consumo. Los participantes reportan sus emociones mientras consumen bienes o servicios, lo que puede capturar aspectos hedónicos difíciles de medir con otros métodos.

4. “Preferencias Reveladas”:

   Este enfoque en economía utiliza la “observación del comportamiento” para inferir qué tanto disfrutan las personas de ciertos bienes o servicios. Por ejemplo, si una persona sigue eligiendo un producto específico, se puede deducir que obtiene placer o satisfacción de él, aunque no es una medida directa del placer.

5. “Neuroeconomía”:

   La “neuroeconomía” utiliza herramientas de neurociencia, como la “resonancia magnética funcional (fMRI)”, para observar cómo el cerebro responde a diferentes decisiones de consumo. El placer o goce asociado a un bien puede estar relacionado con la activación de áreas del cerebro vinculadas al sistema de recompensas, como el “núcleo accumbens”. Esto proporciona una medida más objetiva del placer, aunque todavía es un campo en desarrollo.

En resumen, aunque no hay una medida perfecta, es posible aproximar el placer o goce económico de los consumos usando una combinación de métodos subjetivos (auto-informes de felicidad) y objetivos (neurociencia y comportamiento económico).

MEDIR PLACER ECONÓMICO CON TECNICAS NEURO

En neurociencia, el placer o goce derivado del consumo se mide a través de herramientas que observan la actividad cerebral y los procesos neurológicos relacionados con el sistema de recompensa y las emociones. Estas herramientas permiten identificar cómo el cerebro responde a diferentes estímulos o decisiones de consumo.

A continuación, se detallan las principales técnicas y cómo se usan en este contexto:

1. “Resonancia Magnética Funcional (fMRI)”

   La “fMRI” es una de las técnicas más utilizadas para medir las respuestas cerebrales a diferentes estímulos de consumo. Este método detecta los cambios en el flujo sanguíneo cerebral asociados con la actividad neuronal en tiempo real.

   - “Aplicación en el goce económico”: Al exponer a los individuos a imágenes, experiencias o productos de consumo (por ejemplo, ver un anuncio, probar una comida o realizar una compra), los investigadores pueden observar cómo ciertas áreas del cerebro, como el “núcleo accumbens”, el “córtex prefrontal” y el “área tegmental ventral (ATV)”, se activan. Estas áreas están asociadas con el sistema de recompensas y la dopamina, lo que indica el nivel de placer o deseo que se experimenta ante la decisión de consumo.

2. “Electroencefalografía (EEG)”

   La “EEG” mide la actividad eléctrica del cerebro a través de electrodos colocados en el cuero cabelludo. Esta técnica permite registrar ondas cerebrales que reflejan estados emocionales como el placer o la aversión, aunque con menos precisión espacial que la fMRI.

   - “Aplicación en el goce económico”: Mediante la EEG, se puede identificar cómo varía la actividad cerebral en relación con el consumo o la expectativa de consumo. Por ejemplo, un aumento en las ondas alfa o gamma en áreas relacionadas con la recompensa podría estar asociado con un alto grado de satisfacción emocional o placer derivado de la compra o uso de un producto.

3. “Tomografía por Emisión de Positrones (PET)”

   La “PET” es otra técnica de imagen que mide los cambios en la actividad cerebral al detectar trazadores radiactivos inyectados en el cuerpo. La PET es particularmente útil para observar cómo se liberan neurotransmisores como la “dopamina” en áreas cerebrales específicas.

   - “Aplicación en el goce económico”: Al utilizar PET, se puede observar cómo los niveles de dopamina aumentan en el cerebro cuando las personas experimentan placer o anticipan una recompensa. Esto es especialmente útil para estudiar el goce económico en el contexto del consumo impulsivo o el "subidón" que algunas personas experimentan al comprar ciertos productos.

4. “Estimulación Magnética Transcraneal (TMS)”

   La “TMS” es una técnica que utiliza campos magnéticos para estimular o inhibir ciertas áreas del cerebro de manera temporal. Aunque no mide directamente la actividad cerebral, puede ayudar a entender qué áreas específicas están relacionadas con el placer y la toma de decisiones económicas.

   - “Aplicación en el goce económico”: Los investigadores pueden aplicar TMS en áreas como el córtex prefrontal para observar cómo su activación o inhibición afecta las decisiones de consumo o el nivel de placer que experimenta una persona. Esto puede ayudar a identificar las áreas cerebrales críticas para el goce económico.

5. “Seguimiento de Respuestas Fisiológicas Complementarias”

   Aunque no es neurociencia pura, estas herramientas a menudo se combinan con técnicas neurocientíficas para proporcionar una imagen más completa del placer:

   - “Pupillometría”: El tamaño de las pupilas puede cambiar en respuesta a estímulos placenteros.

   - “Conductancia de la piel (SCR)”: Mide la respuesta galvánica de la piel, que puede aumentar cuando una persona está emocionalmente activada.

   - “Ritmo cardíaco”: Las variaciones en el ritmo cardíaco también pueden reflejar cambios emocionales durante el consumo.

6. “Estudios de Neurofeedback”

   En algunos estudios, se utiliza el “neurofeedback” para observar cómo las personas pueden aprender a controlar su propia actividad cerebral para aumentar el placer derivado del consumo. A través de la retroalimentación en tiempo real de la actividad cerebral (a menudo usando EEG o fMRI), las personas pueden ver cómo cambia su actividad cerebral en respuesta a diferentes estímulos y, potencialmente, optimizar sus decisiones de consumo para maximizar el placer.

Ejemplo de Aplicación en el Goce Económico

Un experimento clásico puede involucrar a participantes realizando compras mientras están dentro de un escáner fMRI. A medida que seleccionan productos, los investigadores observan cómo se activa el sistema de recompensa en el cerebro. Se ha encontrado que productos de lujo o experiencias novedosas tienden a activar más fuertemente el núcleo accumbens, sugiriendo un mayor placer o anticipación de recompensa. Además, se pueden combinar preguntas subjetivas sobre satisfacción para correlacionar la respuesta cerebral con el goce informado.

ESTUDIOS AVANZADOS

Varios investigadores y equipos de investigación han realizado estudios avanzados sobre el goce económico y el placer asociado con el consumo, utilizando técnicas de neurociencia. A continuación, se destacan algunos de los más influyentes en este campo:

1. “Read Montague”

   - “Afiliación”: Neurocientífico y profesor en el Baylor College of Medicine.

   - “Contribuciones”: Montague ha trabajado en la intersección de la neurociencia, la economía y la psicología. Su investigación incluye el estudio de cómo las expectativas de recompensa y el placer influyen en la toma de decisiones económicas, utilizando técnicas de neuroimagen para observar las respuestas del cerebro a diferentes tipos de recompensas.

2. “Antonio Damasio”

   - “Afiliación”: Neurocientífico y profesor en la Universidad del Sur de California.

   - “Contribuciones”: Damasio ha estudiado la relación entre emoción, razonamiento y toma de decisiones. Su trabajo ha ayudado a comprender cómo las emociones influyen en la economía y cómo el placer y el dolor juegan un papel crucial en la elección de consumo.

3. “George Loewenstein”

   - “Afiliación”: Profesor de psicología y economía en la Universidad de Carnegie Mellon.

   - “Contribuciones”: Loewenstein es conocido por sus investigaciones en economía del comportamiento y la toma de decisiones. Su trabajo incluye el estudio del deseo, la anticipación del placer y cómo estos influyen en el consumo. También ha explorado la “teoría de la utilidad” y cómo las expectativas pueden alterar la experiencia de placer.

4. “Camille Farah”

   - “Afiliación”: Investigadora en el campo de la neurociencia y el comportamiento económico.

   - “Contribuciones”: Farah ha realizado estudios sobre el sistema de recompensas y el placer asociado con el consumo. Su investigación utiliza fMRI para examinar cómo la experiencia de placer varía con diferentes tipos de productos y decisiones de consumo.

5. “David Laibson”

   - “Afiliación”: Economista y profesor en la Universidad de Harvard.

   - “Contribuciones”: Laibson ha explorado cómo las preferencias intertemporales y la psicología de la toma de decisiones influyen en el consumo. Su trabajo ha abordado cómo la anticipación de recompensa y el placer pueden afectar las decisiones de gasto.

6. “Ulrich Mayr”

   - “Afiliación”: Psicólogo y profesor en la Universidad de Oregón.

   - “Contribuciones”: Mayr ha investigado cómo los factores emocionales influyen en la toma de decisiones y el consumo. Su trabajo en el uso de fMRI para estudiar las decisiones económicas ha proporcionado información sobre cómo las emociones y el placer se entrelazan en la toma de decisiones.

7. “Brian Knutson”

   - “Afiliación”: Psicólogo y profesor en la Universidad de Stanford.

   - “Contribuciones”: Knutson ha investigado cómo el sistema de recompensas en el cerebro se activa en respuesta a decisiones de consumo y experiencias hedónicas. Su trabajo incluye estudios que analizan la activación del núcleo accumbens y cómo esto se relaciona con la toma de decisiones económicas.

8. “Katherine Milkman”

   - “Afiliación”: Profesora en la Universidad de Pensilvania.

   - “Contribuciones”: Milkman se centra en el comportamiento del consumidor y cómo las decisiones se ven influenciadas por emociones y recompensas. Su investigación incluye estudios sobre cómo el tiempo y la anticipación del placer influyen en el consumo.

EN SÍNTESIS

Las herramientas de neurociencia proporcionan una ventana a los procesos cerebrales involucrados en la toma de decisiones económicas y en el placer derivado del consumo, ofreciendo una forma más objetiva de medir este fenómeno, pasando de lo ordinal a lo cardinal.

La neuroeconomía ofrece varias ventajas sobre la medición tradicional de la utilidad ordinal, lo que le permite superar algunas de las limitaciones inherentes a los enfoques económicos clásicos. Entre ellas:

§  “Medición Directa de Respuestas Cerebrales”

§  “Comprensión de Procesos Emocionales”

§  “Dinamismo de la Toma de Decisiones”

§  “Anticipación y Expectativas”

§  “Interacción de Múltiples Factores”

§  “Perspectivas Neurológicas sobre el Riesgo y la Toma de Decisiones”

En resumen, la neuroeconomía supera la medición tradicional de la utilidad ordinal al proporcionar un enfoque más completo y basado en evidencia sobre cómo se toman las decisiones económicas, considerando no solo las preferencias y elecciones, sino también los procesos emocionales y cognitivos que las subyacen. Esto permite a los investigadores obtener una comprensión más rica y precisa del comportamiento del consumidor y de la experiencia de placer asociada al consumo.

BIBLIOGRAFÍA

Aquí tienes cinco libros en castellano que abordan la neuroeconomía y su relación con el placer económico, la toma de decisiones y el comportamiento del consumidor:

1. “"Pensar rápido, pensar despacio"“ de Daniel Kahneman 

   - Este libro, escrito por el premio Nobel de Economía Daniel Kahneman, explora los dos sistemas de pensamiento que influyen en nuestras decisiones: uno rápido e intuitivo, y otro más lento y reflexivo. Kahneman analiza cómo estos sistemas afectan nuestras decisiones económicas y el placer derivado de ellas.

2. “"Mal comportamiento: La construcción de la economía del comportamiento"“ de Richard H. Thaler 

   - Thaler, también ganador del Premio Nobel, presenta una introducción a la economía del comportamiento y cómo nuestras decisiones no siempre son racionales. El libro examina la interacción entre la economía y la psicología, ofreciendo perspectivas sobre el goce económico y el consumo.

3. “"El cerebro y la toma de decisiones"“ de Michael S. Gazzaniga 

   - Este libro de Gazzaniga, un destacado neurocientífico, explora cómo las funciones cerebrales influyen en nuestras decisiones y comportamientos, incluyendo el placer asociado al consumo y la toma de decisiones económicas.

4. “"Predeciblemente irracional: Las fuerzas ocultas que dan forma a nuestras decisiones"“ de Dan Ariely 

   - Ariely investiga por qué tomamos decisiones irracionales y cómo factores ocultos influyen en nuestro comportamiento. A través de experimentos y ejemplos, el autor ilustra cómo la percepción del placer y el valor se ven afectados por diversos factores psicológicos y emocionales.

5. “"Neuroeconomía: El cerebro y la economía"“ de Paul W. Glimcher y Ernst Fehr (editores) 

   - Este libro es una colección de ensayos que conectan la economía neoclásica con la neurociencia. Explora cómo los mecanismos cerebrales influyen en la toma de decisiones económicas y el placer asociado con el consumo.

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