El regreso de Donald
Trump a la presidencia de Estados Unidos en 2025 ha reavivado el debate sobre
las implicaciones de su política económica, caracterizada por un enfoque
neo-mercantilista. Este modelo, basado en el proteccionismo, la repatriación de
manufactura y la imposición de aranceles, tiene profundas consecuencias para la
economía global.
Orígenes del
Mercantilismo
El mercantilismo surgió
en Europa entre los siglos XVI y XVIII como una doctrina económica que promovía
la acumulación de metales preciosos y la intervención estatal en la economía.
En este sistema, los países buscaban maximizar sus exportaciones y minimizar
sus importaciones mediante el establecimiento de aranceles, subsidios a la
producción interna y restricciones comerciales. La idea central era que la
riqueza de una nación dependía de su capacidad para mantener una balanza
comercial positiva, lo que llevó a una competencia feroz entre las potencias
europeas de la época.
Este enfoque fue
impulsado por los monarcas absolutistas, quienes veían en el mercantilismo una
herramienta para fortalecer sus Estados y financiar sus ejércitos. Países como
Francia, bajo la dirección de Jean-Baptiste Colbert, y el Reino Unido, con sus
Actas de Navegación, implementaron políticas mercantilistas para consolidar su
poder económico y político. Sin embargo, con el tiempo, las limitaciones de
este modelo se hicieron evidentes, y con la llegada del liberalismo económico
en el siglo XVIII, el mercantilismo fue reemplazado por teorías más abiertas al
libre comercio.
¿Cuáles son los principales riesgos que enfrenta el mundo
ante el retorno de esta estrategia?
Si bien el impulso principal de la política trumpista no pasa tanto por la búsqueda de superavit comercial (como hacía el mercantilismo original), sino más bien por un denodado esfuerzo por aumentar la producción made in USA, que genere muchos puestos de trabajo dentro de su país (para americanos nativos principalmente, no inmigrantes), las analogías con los nacionalismos económicos derivados del mercantilismo original son pertinentes, y sus riesgos también evidentes. A continuación, un listado:
1. Guerra comercial y
disrupción en las cadenas de suministro
Uno de los pilares del
neo-mercantilismo de Trump es el uso agresivo de aranceles como herramienta de
negociación. En su primera administración, esto derivó en una guerra comercial
con China y tensiones con la Unión Europea y otras economías. Este nuevo mandato
podría significar un recrudecimiento de estas medidas, afectando el comercio
global y generando mayor inestabilidad en las cadenas de suministro,
especialmente en sectores como la tecnología, los semiconductores y la
industria automotriz.
2. Inflación para el
consumidor estadounidense
Si bien el proteccionismo
busca favorecer la producción interna, los aranceles encarecen los bienes
importados, trasladando ese costo a los consumidores. En su primer mandato,
Trump impuso gravámenes a bienes chinos, lo que resultó en aumentos de precios
en sectores clave. De repetirse esta estrategia, el efecto inflacionario podría
generar tensiones internas, afectando el consumo y reduciendo el poder
adquisitivo de los estadounidenses.
3. Impacto en los
mercados emergentes
Las economías emergentes
dependen en gran medida de la estabilidad del comercio internacional y del
acceso a los mercados de EE.UU. Un giro proteccionista podría perjudicar a
países exportadores de manufacturas y materias primas, como México, Brasil y
varias naciones del sudeste asiático. Además, la volatilidad en los mercados
financieros podría incrementarse, afectando la inversión extranjera directa y
las monedas de estos países.
4. Tensiones
geopolíticas y debilitamiento de alianzas
El neo-mercantilismo de
Trump no solo tiene consecuencias económicas, sino también geopolíticas. Su
enfoque de "América Primero" ha generado roces con aliados
tradicionales, debilitando organismos multilaterales y acuerdos comerciales. Este segundo mandato podría llevar a un mayor aislamiento de EE.UU. y fortalecer el
eje China-Rusia, que buscaría llenar el vacío de liderazgo en el comercio
internacional.
5. Incertidumbre en
los mercados financieros
Los mercados financieros
suelen reaccionar negativamente a la incertidumbre. El retorno de Trump con su
agenda proteccionista podría incrementar la volatilidad en Wall Street, afectar
la confianza de los inversores y generar movimientos especulativos en activos
refugio como el oro o el dólar. Además, la Reserva Federal podría enfrentar
mayores presiones para manejar un entorno de inflación y bajo crecimiento
simultáneamente.
Conclusión
El neo-mercantilismo de
Trump plantea desafíos significativos para la economía global. Si bien busca
fortalecer la manufactura estadounidense, sus efectos colaterales pueden
generar más distorsiones que beneficios, afectando el comercio, la inflación y
la estabilidad financiera mundial. En un contexto donde las economías están
interconectadas, un giro proteccionista podría no solo limitar el crecimiento
de EE.UU., sino también desencadenar una nueva fase de incertidumbre global.
Bibliografía
- Krugman, P. (2020). Aranceles
y proteccionismo en la economía moderna. Nueva York: W.W. Norton &
Company.
- Rodrik, D. (2018). Straight
Talk on Trade: Ideas for a Sane World Economy. Princeton University
Press.
- Stiglitz, J. (2019). People,
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W.W. Norton & Company.
- Autor, D., Dorn, D., &
Hanson, G. (2016). The China Shock: Learning from Labor Market
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Research.
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