Los mercados financieros, tan complejos como impredecibles, han sido durante décadas el epicentro de estudios que buscan entender sus misterios. Uno de los enfoques más intrigantes para analizar su comportamiento proviene de una disciplina inesperada: la geometría fractal. Los fractales, esos patrones repetitivos que encontramos en la naturaleza —desde los copos de nieve hasta los meandros de un río— también están presentes en el mundo financiero. Pero, ¿qué significa esto? En esencia, los fractales sugieren que, detrás del aparente caos de los precios de las acciones, las divisas o las criptomonedas, existen estructuras subyacentes que se repiten a distintas escalas de tiempo. Fue Benoît Mandelbrot, matemático pionero, quien primero observó que los precios de los activos financieros no se mueven de forma completamente aleatoria, sino que tienen algo en común con las nubes que no son perfectamente esféricas o las montañas que no son completamente lisas: un carácter fractal. ...