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SENTIMIENTO Y ESTRATEGIAS DE PORTAFOLIO ANTE LA INCERTIDUMBRE ELECTORAL

 


La teoría del sentimiento del inversor sostiene que las percepciones, emociones y actitudes colectivas de los inversores influyen de manera significativa en los precios de los activos y en la volatilidad del mercado, especialmente en momentos de incertidumbre como los períodos electorales. En un contexto de elecciones, en especial presidenciales, los inversores se ven influenciados no solo por los fundamentos económicos o las políticas anticipadas, sino también por el ambiente general de confianza o temor hacia el futuro.

El sentimiento del inversor actúa como un termómetro de la confianza o aversión al riesgo en el mercado y puede desencadenar ciclos de sobre-reacción y sub-reacción. Cuando el sentimiento colectivo se inclina hacia el optimismo, los inversores tienden a sobre-reaccionar ante noticias favorables, inflando los precios de ciertos activos o sectores anticipadamente. Por el contrario, un sentimiento de incertidumbre o pesimismo puede llevar a una sobreventa de activos, generando volatilidad y empujando a los mercados a una tendencia bajista, incluso sin cambios concretos en los fundamentales económicos.

Durante las elecciones, el sentimiento del inversor puede amplificar los efectos de los sesgos cognitivos y las estrategias de portafolio conservadoras. Ante la percepción de que una administración específica podría beneficiar o perjudicar ciertos sectores, los inversores ajustan sus portafolios de manera anticipada. Si, por ejemplo, el sentimiento colectivo asume que un candidato aplicará políticas favorables a la energía renovable, sectores como el de energía verde pueden experimentar una subida pronunciada, aunque las políticas efectivas tarden en materializarse o no se implementen como se esperaba.

Este sentimiento colectivo, impulsado por la psicología de masas y la teoría de la conducta, a menudo provoca que los inversores prefieran activos de refugio (como el oro o los bonos) durante los períodos de incertidumbre, sin necesariamente responder a los datos económicos subyacentes. Las redes sociales y las noticias de gran alcance pueden potenciar aún más estos cambios de sentimiento, haciendo que el mercado reaccione de forma excesiva a rumores o declaraciones, amplificando la volatilidad.

Over-shooting y under-shooting

En períodos de incertidumbre electoral, los inversores tienden a sobre-reaccionar o sub-reaccionar frente a noticias relacionadas con los posibles ganadores, lo cual impacta en la configuración de sus portafolios y en la volatilidad de los mercados. La economía de la conducta sugiere que, en lugar de realizar evaluaciones racionales, los inversores suelen dejarse llevar por emociones e interpretaciones sesgadas de los posibles efectos económicos y fiscales de una administración futura, dando lugar a decisiones de inversión impulsivas y, a veces, contraproducentes.

Un ejemplo de esto es la sobre-reacción a anuncios o rumores de políticas que podrían afectar sectores específicos. Cuando un candidato en carrera electoral menciona medidas que afectarían, por ejemplo, a la industria de la energía verde o la farmacéutica, los inversores pueden precipitarse a vender o comprar activos relacionados, generando movimientos bruscos en esos sectores, aunque no haya certezas de implementación de tales políticas. Este tipo de sobre-reacción puede llevar a una volatilidad adicional y, muchas veces, a una posterior corrección en los precios una vez que la euforia o el pánico se desvanecen.

Por otro lado, el fenómeno de sub-reacción puede observarse cuando el mercado subestima cambios estructurales de largo plazo que una nueva administración podría generar. Esto ocurre porque los inversores a menudo centran su atención en eventos inmediatos o en noticias de corto plazo, ignorando potenciales consecuencias de políticas más profundas que afectarán los portafolios a lo largo del tiempo.

En cuanto a las estrategias de portafolio en contextos de incertidumbre, los inversores suelen adaptarse aplicando la teoría de la prospectiva, que explica cómo ante situaciones de riesgo, las personas prefieren asegurar sus ganancias y reducir sus pérdidas. En períodos electorales, es común observar una “fuga” hacia activos refugio, como bonos del Tesoro, oro o sectores considerados defensivos (como el de consumo básico y el de salud). Estos activos ofrecen una relativa seguridad frente a los riesgos percibidos y a la volatilidad que suele acompañar a los procesos de transición de poder.

A su vez, en estos momentos también es frecuente que los inversores reduzcan su exposición a sectores sensibles a la política económica de cada candidato, como el financiero o el tecnológico, especialmente si se anticipan mayores regulaciones o cambios impositivos en esos ámbitos. Este ajuste de portafolio refleja una actitud conservadora y de aversión al riesgo que predomina durante la incertidumbre, aunque a veces lleve a los inversores a tomar decisiones sub-óptimas al quedarse fuera de movimientos de crecimiento.

En síntesis, los ciclos de sobre-reacción y sub-reacción en los mercados, impulsados por sesgos cognitivos, junto con las estrategias de portafolio defensivas, muestran cómo los inversores buscan protegerse y maximizar sus rendimientos en un entorno electoral incierto. Este comportamiento, más que ser racional, responde a patrones conductuales que pueden modificar el curso de los mercados y alterar la asignación de recursos en momentos de tensión política.

La teoría del sentimiento del inversor, entonces, proporciona un marco para entender cómo los mercados se alejan temporalmente de los valores fundamentales y se guían por percepciones, miedo o euforia. En tiempos de elecciones, este comportamiento es particularmente evidente y refuerza cómo el sentimiento puede desencadenar olas de compras o ventas que no siempre reflejan el estado real de la economía, sino el estado emocional de los inversores.

Bibliografía

1.    Shiller, R. J. (2003). The New Financial Order: Risk in the 21st Century. Princeton University Press.

Este libro analiza cómo la psicología y el sentimiento colectivo afectan a los mercados financieros, proporcionando una base para entender el comportamiento de los inversores en períodos de alta incertidumbre y cómo estos afectan la volatilidad del mercado.

2.    Akerlof, G. A., & Shiller, R. J. (2009). Animal Spirits: How Human Psychology Drives the Economy, and Why It Matters for Global Capitalism. Princeton University Press.

En este texto, Akerlof y Shiller exploran el papel de los "espíritus animales" (o emociones colectivas) en la economía, abordando cómo los sentimientos y la confianza afectan las decisiones de inversión, especialmente en momentos de inestabilidad económica o política.

3.    Barberis, N., & Thaler, R. (2003). A Survey of Behavioral Finance. In Handbook of the Economics of Finance (Vol. 1, pp. 1053-1128). Elsevier.

Este capítulo ofrece un resumen de la teoría de finanzas de la conducta, cubriendo los principales sesgos y heurísticas que afectan a los inversores y proporcionando un marco para entender la sobre-reacción y sub-reacción en los mercados.

4.    Baker, M., & Wurgler, J. (2006). Investor Sentiment and the Cross-Section of Stock Returns. The Journal of Finance, 61(4), 1645-1680.

Este artículo es clave para la teoría del sentimiento del inversor, ya que examina cómo el sentimiento afecta los rendimientos de diferentes tipos de acciones y cómo los sesgos emocionales colectivos pueden generar fluctuaciones en el mercado.

5.    Kahneman, D., & Tversky, A. (1979). Prospect Theory: An Analysis of Decision under Risk. Econometrica, 47(2), 263-291.

La teoría de la prospectiva explica cómo los individuos toman decisiones en situaciones de riesgo y es fundamental para entender por qué los inversores adoptan estrategias defensivas en contextos de incertidumbre, como los períodos electorales.

6.    Thaler, R. H. (2015). Misbehaving: The Making of Behavioral Economics. W.W. Norton & Company.

Este libro de Thaler presenta la historia y desarrollo de la economía de la conducta, cubriendo conceptos como los sesgos cognitivos y las emociones que afectan a los mercados, temas relevantes para la interpretación de movimientos de mercado en tiempos de elecciones.


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